
14 de diciembre hasta
finales de ener0 2026
Sombras del paisaje
por María Esteve
«Yo no te conocía, tierra;
con los ojos inertes, la mano aleteante,
lloré todo ciego bajo tu verde sonrisa…»
Luis Cernuda
María Esteve construye un memorial de imágenes emotivas de un paisaje tan real como imaginario. Recorre el territorio, posa la mirada y se apropia de él hasta convertirlo en poesía visual sobre el papel y la tela (incluso en otros soportes experimentales). Con la paciencia de una arqueóloga, desanda el terreno que elige para su trabajo hasta encontrar lo que su atenta intuición la desvela. Colecciona fragmentos de formas como quien recuerda palabras; anota, dibuja, calca y registra sus pasos con la misma obstinación de un desvelo.
La joven artista despliega un corpus de obra donde la memoria y la percepción se superponen como capas de una misma geografía íntima. Sus obras no representan el paisaje: lo evocan. Nacen de la fricción entre lo visible y lo imaginado, entre lo que permanece y lo que se fuga. Allí, en ese espacio intermedio, surge una narrativa silenciosa que se activa en la mirada del espectador.
María Esteve trabaja el paisaje como un archivo vivo. Cada trazo, cada veladura, cada gesto se convierte en un registro de tiempo sedimentado, como si la superficie de cada obra absorbiera la lenta transformación de la naturaleza. Y cuando digo sombras no es ausencia de luz, sino la poderosa impronta que la artista logra como testigo de un tiempo y lugar: se comportan como huellas del pasado que emergen en el presente, recordatorios de que todo paisaje es también una construcción espiritual.
Gofrados y heliografías, cerámicas y libretas, convocan un diálogo entre la materialidad del soporte y la inmaterialidad de la memoria. Sus paletas elegidas, los matices que bordean la monocromía y los espacios suspendidos remiten a la experiencia de contemplar un horizonte que siempre se desplaza. Estas imágenes nos invitan a detenernos, a habitar la lentitud, a reconocer la fragilidad del tiempo que las atraviesa.
En esta muestra, el paisaje se convierte en un estado, más que en un lugar. Un estado donde las sombras actúan como narradoras silenciosas, revelando la poética de lo que cambia, lo que se transforma y lo que persiste. Sombras de la memoria, del tiempo y el paisaje propone, una experiencia de contemplación profunda: descubrir en lo velado la potencia de lo que aún late.
Gustavo Insaurralde
Resistencia, Chaco
María Esteve (Valencia, 1998) es una artista cuya práctica se centra en la experimentación del concepto de paisaje, relatando una añoranza personal e íntima por la Naturaleza. Su trabajo busca transmitir emociones y experiencias sinceras, nacidas de la inmersión en diversos territorios y de su relación profunda con el entorno. Utiliza el paisaje como taller, el caminar como recurso creativo y la técnica del frottage para registrar la historia de los lugares que transita. Además, involucra a los habitantes locales en sus proyectos, generando un diálogo directo entre el arte y la comunidad.

