6 AL 17 sept.
Hipermateria.scd
por Irene Molina y Diego Flórez
Hipermateria.scd es una instalación audiovisual que surge de la colaboración entre Irene Molina y Diego Flórez durante su estancia en la residencia para jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala; un ecosistema nacido de sus universos visual y sonoro respectivamente. Explora las relaciones entre lo físico y lo virtual a través de procesos de digitalización del mundo material.
Hipermateria.sdc parte de la representación de objetos tanto naturales y orgánicos como artificiales y de carácter industrial. La grabación de campo es el método de captación sonora utilizado, y en materia visual lo es el escaneado 3D. A la hora de realizar y procesar estas representaciones, buscamos que el soporte digital deje su impronta y sea expresivo, en lugar de tratar de humanizar, cercar y adaptar estos procesos. Buscamos dar a entender que lo digital y lo virtual no son un mero simulacro de una realidad material superior, sino que son lenguajes con una entidad propia.
El término hípermaterial es acuñado por Bernard Stiegler en 2009, en su libro Economía del hípermaterial y el psicopoder, para referirse a los procesos de intercambio entre la digitalización y rematerialización de un objeto. “Llamo al hípermaterial un complejo de energía e información. Donde ya no es posible distinguir su materia de su forma […] un proceso donde la información – que se presenta como forma – es en realidad una secuencia de estados de materia producida por materiales y aparatos, por dispositivos tecnológicos en los que la separación de la forma y la materia está totalmente desprovista de significado.” (Stiegler, 2009).
El lenguaje computacional también cobra mucha importancia en la obra. Las grabaciones son diseccionadas en gránulos y procesadas algorítmicamente. Asimismo, los objetos son escaneados en 3D formando una nube de puntos mutable, conformando un paisaje entre lo figurativo y lo abstracto que nos permite pervertir, diseccionar y ficcionar la vida y materia de un tranquilo convento en la ciudad de Córdoba.
*La exposición se puede visitar con reserva previa a través de nuestro correo galeria@navelart.es
IRENE MOLINA
Irene Molina (Granada, 1997) es artista multidisciplinar.
Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Granada y Máster en Producción Artística Interdisciplinar por la Universidad de Málaga. Trabaja los nuevos medios, con especial atención al 3D. Ha recibido el Premio BMW de Pintura en Arte Digital (Madrid, 2022) y el Premio Adquisición de
la Colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada (2021). Ha participado en festivales como LUX Festival de Artes Lumínicas en La Térmica (Málaga, 2023) o B1N0M10. Festival de Arte Digital (Madrid) entre otros.
Su producción busca generar puentes entre espacios materiales y virtuales donde lo escultórico convive con la pantalla. Su preocupación sobre el presente virtual más inmediato pone el foco en la construcción del espacio digital, el glitch y la consciencia, presentando un proyecto con carácter interdisciplinar que oscila desde la fotogrametría, el modelado 3D, la animación, la im presión 3D hasta piezas escultóricas.
DIEGO FLÓREZ
Diego Flórez es un compositor y artista multidisciplinar. Se especializa en composición electroacústica en el máster de Katarina Gurska en 2020. Durante 2022 es seleccionado como residente en Medialab Tabakalera (San Sebastián) y Laboral Centro de Arte (Gijón). Sus obras sonoras oscilan normalmente entre la acusmática y los formatos instalativos. Estrena en Mieres Centru Cultural su instalación sonora El ave lira electrónico (2021). También colabora con Olmo Cuña en Vacacional (2022) y con Rotorstudio en El mundo es bosque (2022). A menudo, explora la naturaleza desde perspectivas digitales, computacionales, artificiales… Asimismo, toma estructuras naturales como inspiración a la hora de elaborar sonidos sintéticos complejos y orgánicos. Tanto en la síntesis como en la distribución temporal, explora la aleatoriedad controlada con técnicas de algorítmica y estocástica. Conviviendo con la síntesis, las grabaciones de campo sirven de contrapunto en este universo sonoro, en el que naturaleza y máquina conviven: en ocasiones colisionan; otras veces, se abrazan.
