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21 sept. al 15 oct.

Exposition 
WHAT IS BEING AND IS NOT
by Alba Lorente

WITH OUT PRIVIOUSE APPOINTMENT
MON-VI
10: 00-14: 00
 
17:00 - 20:00
 

TEXT BY CARMEN ROTGER ORDOÑEZ

 

Alba Lorente Hernández's work is a passive cry of truth, which attests to a process of working with the material itself: in it there is not a gesture, but a trace. Her compositions testify to a radical nonconformity, in which the artist tries to deny what we know to be true not in the motives, but in the starting point, the form.


Observation, sensitivity towards the different media and their careful choice make the creation process intervened by the baggage of the avant-gardes of the last century (especially by the Manifesto of destructive art by Kenneth Kemble), but also by nature. of the object to transform. Through action on the different materials that he uses, Lorente breaks something that was being. Ultimately, it breaks the very nature of the verb to be, in an act as impulsive as it is patient in which observation and abduction coexist and alternate.


Delving into the idea of presence through absence, his choice of black as the dominant color is a faithful reflection of the security of that rejection of what is already known, and of a deep pictorial ambition.
"Although it is night, here the creatures are being called", and the call is in the lines, in the spots, in the cuts, the folds, the wrinkles, and the perforations. The work calls the viewer and encourages him to accept the contradictions, and to live.


It is as if to the question “what are you afraid of?”, Alba Lorente Hernández's work answered “yesterday”, and flees forward in search of an authentic, new and personal vision of Art.

*La exposición se puede visitar con reserva previa a través de nuestro correo galeria@navelart.es

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“La atmósfera se rarifica cada vez más, y el menor ruidito: una uña, un cartílago que se cae, la falange de un dedo que se desprende, retumba, se amplifica, choca y rebota en los obstáculos que encuentra, se amalgama con todos los ecos que persisten; y cuando parece que ya va a extinguirse, y cerramos los ojos despacito para que no se oiga ni el roce de nuestros párpados” 

Oliverio Girondo, Si hubieras sospechado lo que se oye, 1932

– Si nos abstraemos lo suficiente podemos intuir cómo comenzó todo –pensó en voz alta– Un punto en el espacio y de repente. Las cosas eran más monótonas en ese entonces, naturalmente. Estaban ordenadas, todas en un sitio. A veces es impensado cómo evolucionan, la manera en que cambian de forma, casi sin transición, entre una atmósfera densa y opaca hacia una transparencia diáfana. Cómo aquellas imágenes de vacío se reflejaban en otras orgánicas, de brazos y cartílagos que se expanden desde un centro oscuro hacia todas direcciones. 

Realmente le daba nervios pensar en todo esto, pero en cierta forma no podía evitarlo. Si tuviera otra cosa en la que ocupar su mente. Los días pasaban uno tras otro, lo sabía por el paso de las horas, pero la luz no cambiaba. Veía al planeta a la distancia, sobre la pantalla, aquél pálido punto azul ya tantas veces nombrado, como una neurona perdida en una cabeza inmensa, entre pantallas brillantes con imágenes abstractas repitiéndose en loop. 

Se dirigió a la otra sala. Todavía había cosas que hacer, informes que transcribir, resultados que diagramar, pero más que nada necesitaba ver lo que habían encontrado. Todo era mediado allí, sin contemplación directa, le habían dicho que era peligroso. Miraba todo por medio de pantallas, a veces traducido a códigos y símbolos. Es el problema de la mediación, siempre dependemos de alguien. El mensaje se codifica detrás de intermediarios, como ver la realidad a través de un espejo, sabés que es una ilusión pero te deja de importar, como un insecto que busca su camino a casa. Si, como dijo J., no hay verdad más allá de lo real, entonces no hay nada más allá de ella. Sentía que podía atravesar la pantalla vacía, esperar o ser devorado, por suerte siempre había un cable o cuerda que le sujetaba a las paredes. 

Hace semanas no miraba sus manos, encapsuladas en estas membranas de plástico blanco. El frío y la radiación hacían inseguro exponerlas al aire libre. A veces se preguntaba si seguirían allí, si ya se habían desmaterializado. Todo se sentía desvanecer en ese lugar. La falta de gravedad que le acompañaba desde hacía semanas. Sin embargo, había algo que seguía operando en lugar de sus manos, moviendo los dedos sobre la pantalla, como un cascarón vacío, desconectado de su cuerpo. 

Finalmente llegó hacia lo que estaba buscando. Una masa densa, como una bola de pelos de gato regurgitada y rota, que se derretía bajo la luz blanca. Parecía como si alguien o algo hubiera salido de aquella especie de huevo. ¿Dónde se escondía? Quizás era al contrario, pensó. Quizás las cosas van tomando forma a medida que uno las mira, quizás todo es inmanente, quizás todo encuentre su forma después de tres, cuatro o cinco parpadeos. 

Santiago Colombo Migliorero 

YESE ASTARLOA

Yese Astarloa (MCS, Ctes. Argentina, 1991) 

Artista visual, Máster en Artes por la UCM3 y Sur Escuela del Círculo de Bellas Artes de Madrid (Esp.) mediante una Beca Acciona, Lic. y Prof. Artes Plásticas por la Facultad de Artes, UNLP (Arg.). Investiga formas de dar cuerpo, mediante la materialidad y el ensamblaje, a una digitalidad aparentemente intangible e inasible, busca relaciones ocultas entre esta y materiales físicos aparentemente antagónicos. 

Docente en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (Arg.). Coordinó Poéticas Digitales en Centro de Arte UNLP, donde también formó parte del staff para K52 Punto de Fuga Bienal Sur. Es parte del staff del Festival de videoarte PROYECTOR 2023.  

Le han sido otorgados premios y becas. Ha participado en exhibiciones y residencias nacionales e internacionales y en diversos certámenes.  Vive y trabaja entre Argentina y España. 

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