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MEETING a CLARA OLIVER


 

CLARA OLIVER

Actriz


NOMBRE: Clara Oliver

NACIMIENTO: 27 de marzo 1995 en Madrid


CIUDAD DE RESIDENCIA: Madrid


OCUPACIÓN ACTUAL: Actriz e Ingeniera de Telecomunicaciones



¿En qué momento empezó a interesarte el arte? ¿Hay algún otro artista en la familia?


Siempre me ha interesado el arte. Desde muy pequeña he hecho teatro y danza y ha sido parte de mi vida, aunque cuando verdaderamente me di cuenta de que quería dedicarme a ello profesionalmente fue cuando entré en la universidad y conocí al grupo Teatruko. Con ellos desperté la pasión y la confianza para lanzarme de una vez por todas a la piscina.

En mi familia, es curioso porque en generaciones anteriores no ha habido muchos artistas, pero las más jóvenes estamos todas involucradas en este mundo. Mis primas, a las que adoro y admiro, son y serán unas grandes artistas. Aunque sí que es cierto que hace poco me enteré de que mi abuelo hacía teatro de joven y giraba por los pueblos… Quizá sí que venga todo de algún lado.


Si tuvieses que reflejar tu lenguaje artístico en un plato de cocina, cual sería el título y sus ingredientes.


Se tendría que llamar algo así como “Pa’ arriba y pa’ abajo” y sería un plato de fusión, una mezcla de cosas muy diferentes, como yo. Sería un plato sencillo de sabor pero que tuviese chispazos sorprendentes y con una estética contemporánea, con nitrógeno y esas técnicas que son un poco de laboratorio. Un plato con un poso terrenal, pero visualmente muy colorido, con toques de energía y renovación por todas partes. Bueno, y llevaría queso, eso sin duda.

Si tuvieses que hacer un duo artístico con quien lo harías?


Hay tantas posibilidades que me encantaría vivir, que me cuesta elegir, pero creo que me quedo con un montaje junto a Irene Escolar. Es una increíble actriz y tiene algo que me enamora cada vez que la veo trabajar. Aunque si tiro más hacia lo personal, siempre querré trabajar con mi compañero de fatigas, que recorre conmigo este camino desde el principio, que es mi amigo y gran actor, Felipe Muñoz.


Clara Oliver, "fragmentos"

Con qué personaje histórico te gustaría cenar?


Con Hedy Lamarr. Para mi es un referente histórico. Ella era actriz e ingeniera de telecomunicaciones y fue, durante la Segunda Tierra Mundial, inventora de un sistema de comunicaciones predecesor de tecnologías inalámbricas como el Bluetooth o el Wifi, mientras desarrollaba su carrera como actriz y escapaba de un marido nazi maltratador.

Sin duda, es una fuente de inspiración y sería tremendamente enriquecedor, aunque tendría tantas preguntas que no daría con una sola cena.


Cuando empiezas un proceso creativo de un nuevo proyecto, ¿Qué sueles hacer? ¿Cual es tu punto de partida?


La verdad es que lo primero de todo es intentar calmar mis nervios, porque siempre que empiezo algo pongo toda mi pasión y me ilusiono mucho. Así que supongo que canalizar todas las ganas y energía en centrarme para poder empezar poquito a poco.


¿Cuales son tus influencias?


Para mí ha habido fuentes de inspiración en todas partes a lo largo de mi vida. Desde las canciones de Bob Dylan, Los Scorpions o Maná que escuchaba con mis padres en el coche de pequeña, hasta el libro “Siempre han hablado por nosotras” de Najat el Hachmi, una de las últimas lecturas que más me ha impactado.

Pero si que es cierto que hay una serie de hitos que han marcado mi trayectoria. Hay obras que han cambiado mi forma de pensar, que en su momento hicieron que “cayera la ficha” dentro de mí, como la primera vez que leí Bodas de Sangre (y Lorca en sí mismo), o cuando trabajé Casa de Muñecas de Ibsen, coincidiendo con un momento de mi vida en el que yo también necesitaba un portazo.

Recuerdo cuando ya se estaba gestando en mi cabeza la idea de estudiar interpretación profesionalmente y vi a Nuria Espert hacer el monólogo final de Incendios y pensé “ojalá algún día llegar a hacer algo tan brutal“ o cuando vi por primera vez un montaje de Angélica Liddell y me dejó fascinada.

Bueno y, por supuesto, mis estudios en el Laboratorio William Layton, tanto la técnica en sí como el equipo grandes profesores como Francisco Vidal, Mar Díez o Sergio Adillo.

Y más recientemente tengo que mencionar los últimos montajes de Álex Rigola o Shock. El Cóndor y el Puma de Andrés Lima que es, para mí, una auténtica maravilla.


Proyecto o pieza que recuerdes con cariño dentro de toda tu trayectoria.


Tres Sombreros de Copa de Miguel Mihura fue la primera obra que hice cuando comencé en el Teatro Universitario y para mí marcó un punto de inflexión. Me conocí a mí misma y conocí a Chema Risko, al que estaré siempre agradecida por abrirme la puerta al personaje de Paula y descubrir que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida.


Clara Oliver, "Nostalgia"

¿A qué sitio irías a "desconectar" del arte durante unos días?


A pesar de que creo que me sería imposible desconectar del arte… Me iría a mi segunda tierra, a Soria, con mi familia, a disfrutar de sus preciosos paisajes (y algún que otro torrezno). Aunque otra opción estupenda sería una casa rural con mis amigos, que no faltasen las risas y la música.


¿Qué te traes ahora entre manos con respecto a tu trabajo?


Estoy involucrada en algunos proyectos teatrales para esta nueva temporada, entre ellos el montaje Porno de Natalia Mariño, que estamos desarrollando en NavelArt y con el que estoy muy ilusionada.

Tengo previsto también volver con la obra Nostalgia 2175, que estuve representando con mi compañía la temporada pasada, aunque está por ver qué ocurre con la situación tan extraña que nos ha tocado vivir.

Y bueno, por supuesto, seguir formándome tanto en teatro como en cámara, y seguir compaginándolo, en la medida de lo posible, con mis trabajos de investigación científica que actualmente se centran en el mantenimiento de los telescopios LST-CTA en la isla de La Palma.


RECOMENDACIÓN:


Recomiendo completamente Years and Years, una miniserie inglesa con unas interpretaciones increíbles, un guion estupendo y, sobre todo, un planteamiento de la sociedad actual y futura realmente impactante.

Si tuvieras que describirte en una sola frase, ¿cuál sería?

Mejor arrepentirse de haber hecho algo mal, que arrepentirse de no haber hecho nada.

¡GRACIAS CLARA!


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