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MEETING a LE FRÈRE


 

LE FRÈRE

Ilustrador

NOMBRE: Le Frère

NACIMIENTO: Madrid

CIUDAD DE RESIDENCIA: Madrid

OCUPACIÓN ACTUAL:

Artista plástico y profesor de dibujo en algunos momentos


¿En qué momento empezó a interesarte el arte? Yo creo que de siempre, desde que era un enano. Sabía lo básico de ir al Prado y tal, pero siempre andaba dibujando, hasta cuando me metí a estudiar ciencias y acabé de técnico de laboratorio. Siempre dibujaba, siempre haciendo el chorra. Por eso acabé estudiando arte en la Universidad y ahora aquí estoy.

Cinco palabras que describan tu estilo.

Humor, concepto, vándalo, realismo y compromiso.

Cuando empiezas un proceso creativo de un nuevo proyecto, ¿Qué sueles hacer? ¿Cual es tu punto de partida?

Pues en general tiro mucho de lo cotidiano, por eso tiendo a buscar la inspiración en los pequeños detalles del día a día como barrer la casa, ir a la compra, fregar los platos, etc. Luego escribo las movidas que se me van ocurriendo y sigo dándolas vueltas hasta que le veo algún sentido. Suelo ser muy riguroso con los proyectos y su ejecución, por eso porr lo general los procesos largos, me como mucho la cabeza.

¿Cuales son tus influencias?

Me encantan los artistas con sentido del humor. Para mí Duchamp es una referencia, su obra es una oda al gamberrismo, pero tan sutil y elegante que me fascina. También Joan Fontcuberta y Chema Madoz; me flipan, tienen una forma tan poética de abordar conceptos y levarlos a un punto absurdo, de engañar, que me encandilan. También Mateo Maté, Santiago Sierra, El Roto, Louis Bourgeois, Yolanda Domínguez y por supuesto Ai Weiwei.


Proyecto o pieza que recuerdes con cariño dentro de toda tu trayectoria.

Han sido varios, pero el más emotivo fue “Sangre Franca”, el retrato del dictador Franco que hice en directo con mi propia sangre en un evento en el 2015. El evento, “Cuerpo y Poder”, lo organizaba la embajada alemana en un espacio público abierto y había que proponer obras que hablasen de la relación entre el cuerpo y el poder basándonos en el pensamiento de Foucault. Se me ocurrió entonces pintar el retrato de Franco con mi propia sangre, a lo bestia (en un formato de 200 x 180 cm) , una forma de rendir homenaje a mis buelos (dos de ellos murieron en los años posteriores a la Guerra Civil) y hablar de un tema que sigue siendo tabú en la familia (al fin y al cabo mi sangre sigue siendo su sangre) Tardé tres horas en pintarlo. Después lo borré con agua oxigenada e invité al público a que me ayudara, vertiendo igualmente agua oxigenada sobre el retrato, sobre la herida. Fue una forma de exorcizar el dolor, de ayudar a la reconciliación, de borrar el retrato de la herida. Fue muy intenso, muy emocionante .

¿Dónde estas cuando no haces arte?

Pues últimamente estoy mucho en casa jajaajajajja. Bueno, si no estuviese confinado estaría en mi estudio echándome unas cervezas con los/las colegas, o en los bares o en mi pueblo haciendo el gamba.


¿Qué te traes ahora entre manos con respecto a tu trabajo?

Tenía una inauguración programada para marzo, pero como no va a poder ser hasta no sé cuando, estoy montando una exposición para inaugurarla este fin de semana en mi casa. Así, de forma virtual, on line, con las obras en las que he estado trabajando durante el confinamiento. Creo que va a ser algo divertido. Y experimental, claro, a ver que sale jajajjjaa.

RECOMENDACIÓN:

Pues os recomendaría “Todos los hijos de puta del mundo”, de Alberto González Vázquez que es un poco compendio de todo eso.



¡GRACIAS LE FRÈRE!


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