VICTOR LONGÁS
Escenógrafo/Iluminador/Artista plástico
NOMBRE: Victor Longás
NACIMIENTO: 26 de marzo de 1998, en Zaragoza
CIUDAD DE RESIDENCIA: Madrid
OCUPACIÓN ACTUAL: Escenógrafo/Iluminador/Artista plástico
WEB: @Victorlvv
¿En qué momento empezó a interesarte el arte? ¿Hay algún otro artista en la familia?
El arte me ha interesado desde siempre. Mis padres ya de muy pequeño me llevaban al teatro, a museos, hemos viajado mucho y gracias a ellos siempre me ha interesado, no he vivido sin arte, ese es un gran regalo que me hicieron. Crecí en un pueblo de a las afueras de Zaragoza donde siempre tuve espacio para crear, algo que mi familia y mi entorno apoyó. Mi abuela materna y su hermana siempre han sido muy creativas, escribiendo o haciendo teatro. Me criaron con VHS de las obras de Lina Morgan y con poemas que me aprendía y les recitaba. Desde los 11 años creaba espectáculos para mi cumpleaños, después empecé a grabar cortos con mi prima y a montar pasajes del terror en casa para Halloween. Los reyes me traían focos, una máquina de humo y todo lo necesario para poder seguir creando. Así contado uno no se puede hacer una idea del nivel que tenían todos esos montajes, me lo tomaba muy enserio.
Si tuvieses que reflejar tu lenguaje artístico en un plato de cocina, cuál sería el título y sus ingredientes.
Yo solo cocino para sobrevivir. Pensar más allá de eso me cuesta. El lenguaje artístico creo que muta constantemente y necesita una cocción muy lenta (toma metáfora culinaria). Tiendo a quemar las cosas o a hacer que exploten.
¿Si tuvieses que hacer un dúo artístico con quien lo harías?
Es muy complicado. Como todo depende del momento. Tengo la suerte de trabajar muchas veces con gente maravillosa con la que sin duda haría un dúo, un trio o lo que fuera. Si tuviera que escoger a algún artista capital del mundo del arte sería Louise Bourgeois. Es difícil porque principalmente está muerta, pero por soñar que no quede. El trabajo que hizo con Peter Zumthor en el Steilneset Memorial (monumento en memoria de las brujas juzgadas en el s.XVII en Noruega) me parece una obra maravillosa en el que él la invitó a participar y pudieron demostrar una complicidad espectacular y, por qué no, ojalá tener la oportunidad de crear junto con una artista tan estimulante.
¿Con qué personaje histórico te gustaría cenar?
Yo haría una cena pre-Covid, vamos, con mucha gente. ¿Por qué quedarte con uno si puedes invitar a muchos más? Iliá Repin, Yves Klein, Artaud, Pasolini, Pina Bahusch, Hermann Nitsch, Dostoyevski, Marina Abramovic (esta aún está viva y ha sido todo un personaje histórico sin necesidad de morirse, así que aún tengo posibilidades).
Cuando empiezas un proceso creativo de un nuevo proyecto, ¿Qué sueles hacer? ¿Cuál es tu punto de partida?
Creo que investigar es la base para cualquier proyecto. Investigar mucho. Sin parar. Obsesivamente. Empaparte de todo lo que creas que puede ser beneficioso para el trabajo. Y por supuesto compartirlo. Todo lo demás se decide en función del tipo de proyecto, del momento que vives y de la gente de la que te rodeas. Yo siempre intento mantenerme en ese punto para que cuando llega el momento de empezar un proyecto este se vea influido por lo que sea que te está interesando entonces.
¿Cuáles son tus influencias?
Esta pregunta podría contestarse casi con los nombres de todos los invitados a mi cena. Por añadir algo más podría decir que el Museo del Prado en si mismo es una influencia por si solo. Ir y observar te vale para cualquier momento vital. Siempre ayuda. Siempre se puede encontrar al lí una respuesta a cualquier pregunta.
Proyecto o pieza que recuerdes con cariño dentro de toda tu trayectoria.
En 2019 diseñé la escenografía e iluminación de la obra Decamerón, proyecto de Josete Corral ganador de una residencia artística que convocaron el Teatro de la Abadía y el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. Estuvimos en el Corral dos meses, metidos en nuestra cueva, armando a contrarreloj el espectáculo. Fue realmente muy intenso, agotador, pero sin duda es un proyecto que no se me olvidará. Ese teatro es mágico y trabajar allí, gracias también a su equipo, todo un lujo. Todos los que estuvimos involucrados recordamos con mucho cariño los viajes interminables en tren a horas imposibles diseñando la escenografía, las comidas en la plaza y toda la energía y entrega que pusimos en ese proceso.
¿A qué sitio irías a "desconectar" del arte durante unos días?
No puedes desconectar de ti mismo. Y no por que sea arte ni mucho menos, si no porque como creador, como artista o como apasionado del arte, este es el único lugar que existe si vives con el nivel de entrega que exige todo esto. No puedes ir a ningún otro sitio. Y tampoco quiero.
¿Qué te traes ahora entre manos con respecto a tu trabajo?
Tengo la suerte de tener, en estos tiempos tan complicados, varios proyectos en marcha. Estrenaré un par de montajes en diciembre, uno en el Centro Niemeyer de Avilés, 8´56, de Julio Béjar, y en el Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga Dirty Acting, un proyecto de Josete Corral y que desde luego estamos teniendo un proceso creativo muy interesante. De La Furia, una producción de Vértice dirigida por Alberto Sabina, vendrán más bolos y si todo va bien volveré al Corral de Comedias de Alcalá en enero y al teatro Fernán Gómez en marzo. Pero mirar más allá de diciembre en este momento es una locura.
Al mismo tiempo intento seguir desarrollando mi trabajo personal, aunque a veces sea difícil. Me encuentro de lleno en un proceso de investigación plástica y escénica a partir de Las Criadas con el que estamos inmersos en una residencia artística para continuar el trabajo que la pandemia interrumpió, y que espero que sea un espectáculo algún día.
RECOMENDACIÓN:
Crimen y castigo. Lo leí “gracias” a la cuarentena, como tantos otros libros maravillosos. No sé como había sido tan insensato durante tantos años sin haberlo leído. No seáis como yo. Y si ya lo has leído no te preocupes, pasa como con El Prado, siempre es buen momento para va mirar.
Si tuvieras que describirte en una sola frase, ¿cuál sería?
Esto es imposible. No me merece la pena buscar esas palabras.
¡GRACIAS VICTOR!